domingo, 15 de marzo de 2020

Cuarentena.
Día 2 

Hoy ha sido un mal día, muy malo. No entiendo porqué, no tengo obligaciones, no tengo prisas, pero parece que el cuerpo, o la mente, me piden lo mismo de siempre.

Me he despertado sola en la cama. Los chicos estaban ya desayunando. He salido a la terraza. Hace sol. Desayuno y me pongo a limpiar. 3 personas y 4 animales en 65m2 hay que gestionarlo bien. David sale a sacar al perro, lleva con el niño desde que se ha levantado. Al volver del paseo algo ha cambiado. Grita a Adrián para que se tome el antibiótico. Le digo que se calme. Sigue gritándole. No entiendo qué pasa. Relájate, aquí estábamos tranquilos hasta que has llegado. Al final el niño le hace caso. Se ve que no le gusta que le haya llamado la atención. Ahora me grita a mi. Bueno, tal vez no me grita, pero me habla mal, no le gusta que haya dejado el recogedor con basura, aún seguía limpiando. Me lo repite mal, le digo que se relaje, que no se qué pasa, pero que ya pasó de él. Viene detrás de mí repitiéndose las cosas, dos veces. No quiero ni escucharle. Al final hemos discutido. Le da igual que me haya enfadado, le da igual todo. Usa su super poder. Consiste en darle la vuelta a las cosas. Cuando me enfado y grito ya pierdo la razón, y él aprovecha para darle la vuelta. 

Me pongo al día con el whatsapps. He decidido hacer deporte. 20 minutos ya es más deporte del que he hecho en los últimos 2 años. Hago cardio, en la habitación, sola. Mañana más. 
No comemos en la terraza, se ha nublado y ha refrescado. 

Me quedo atónita viendo a la gente por la calla. En grupos, haciendo risas, de paseo, con palos hacia el monte. Incluso 3 tontos se han puesto a parar a un coche, se ve que eran amigos.  Poca broma, colegas, que el coronavirus ya no afecta sólo a gente mayor o a gente con patologías previas. 

Después de comer siesta. Me despierto tarde. Dormiría toda la cuarentena. Me siento deprimida. Siento que no hago nada. No sólo hoy, reconozco esa sensación, lleva conmigo mucho tiempo, pero ahora veo qué es. Tengo que tomar decisiones y hacer cosas. Tengo 12 días para pensar cuales.

Para acabar el día, tengo un enfrentamiento con mi cuñada. Es lo malo de juntar familia y negocios. 

Mañana no punta bien.  Pero tengo que cambiar mi actitud para enfrentarme a lo que queda de cuarentena.

Ojalá mañana salga el sol. La cuarentena desde el balcón es menos cuarentena.

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